5 de junio de 2017

Un personaje intocable?

Hubo una época en que poner a caldo a Francisca Montenegro o simplemente verter un comentario negativo sobre ella, era casi un ejercicio de riesgo. Ahora creo que este tiempo ya ha pasado, aunque reconozco que de alguna manera aún sigo evitando hacerlo, quizás para no tener que hacer frente a comentarios cuya línea es muy previsible…. y poco apetecible de contestar.
Pero antes tengo que matizar (aunque lo crea innecesario) que hablo del personaje, ya que la profesionalidad de Maria Bouzas no está en cuestión, ni ahora, ni antes.
Si creo que puedo cuestionar al personaje, porque nadie en la serie tiene porque ser intocable, aunque en este caso concreto, lo parezca….. por alguna razón que desconozco. Considero que ninguno de ellos/as es imprescindible, y Francisca tampoco. De hecho ha quedado suficientemente demostrada esta posibilidad de ir por libre, porque en la trama de Los Manantiales se bastan ellos solitos para complicarse la vida.
Pero volviendo a Francisca.
Es evidente que este personaje no funciona independientemente y necesita de la capacidad de interactuar con otros porque, por muy protagonista que haya llegado a ser, por sí sola no tiene ningún recorrido. Aunque la pega es que esto también lleve implícito lo que parece el único papel posible para ella: sembrar el mal por doquier, sin atender a ninguna otra razón que a su propio beneficio.
Sin embargo hay algo aún peor: han instalado con ella la impunidad. Es posible que en el pasado y en la vida real, fuera posible encontrarse con una persona de estas características, especialmente en el caso de los caciques rurales, que mantenían con puño firme el control de los territorios que caían bajos sus manos. Pero aun así todo el mundo es susceptible de cometer alguna vez un error,…..menos Francisca Montenegro, que siempre acaba cayendo de pie.
Cierto que es una ficción y es difícil ponerse en la mente de los guionistas para saber el porqué de todo ello. Pero considero que con este personaje están tensando mucho la cuerda de la tolerancia de los espectadores, que aun siendo conscientes de que los tiempos han cambiado no pueden evitar sustraerse de la mentalidad actual.
La corrupción y el abuso de poder no son nada nuevo, y siempre han estado presentes. Pero viendo como esta lacra está instalada en todos los ámbitos de la sociedad, creo que tendría que existir un cierto cuidado en el desarrollo de algunas situaciones de la serie. Por supuesto no es muy fácil que una serie de sobremesa sea capaz de influir en la manera de entender las cosas, pero tampoco ayuda mucho que se instale una cierta resignación a la idea de que no se pueden cambiar las cosas. Por supuesto si se puede, y la impunidad no tendría que existir nunca, mucho menos ser justificada.
Vemos como el personaje de Francisca hace y deshace a voluntad, maneja a las personas a su antojo, decide sobre la vida y la muerte de la gente, se deshace de quién osa interponerse en su camino, olvida convenientemente el daño infringido y solo piensa en su propio ego, su ambición no tiene límites, predica una moral que no tiene y que arregla con donaciones para acallar una conciencia que tampoco tiene, manipula, engaña, …………..y seguro que aún me dejo cosas. Y, sin embargo, sorprendentemente aún hay quién la justifica por un matrimonio infeliz con un hombre maltratador.
No estoy de acuerdo. Y por descontado pienso que no merece ni un gramo de felicidad, ni de paz.
Cierto que una familia desestructurada puede forjar a personas desgraciadas y problemáticas. Pero no es justificable que lo tengan que pagar los demás. En la misma serie nos encontramos con otras historias parecidas de pasado infeliz y no han acabado de esta manera. No olvidemos que Severo puede “agradecerle” a ella una infancia de sufrimiento, Candela también tuvo que sufrir un marido maltratador, Carmelo no tuvo mejor suerte que Severo, Soledad tuvo que sufrir los maltratos y la incomprensión de su madre y los abusos de su padre, Martín tuvo una infancia solitaria y llena de represión, ……y ninguno de ellos salió mal.
Así que la justificación no sirve.
Y si, Francisca tendría que pagar por todo lo que ha hecho. La justicia es igual para todos y ella no tendría que ser una excepción. (Y, por supuesto, me refiero a la justicia de los hombres, porque la divina la dejo para quién crea en ello. A mí no me sirve)

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo, Anna. Me repugna el personaje de Francisca porque es la maldad personificada y no entiendo que todo, absolutamente todo, le salga bien. Estoy deseando ver que este personaje tan retorcido, en alguna ocasión, no consiga salirse con la suya. Y estoy de acuerdo en que el hecho de haber tenido un pasado triste o con sufrimientos, no te lleva a ser una persona tan mala, hay muchos ejemplos en la vida como tú misma has mencionado.

    En cambio Nicolás me parece un hombre esencialmente bueno, como diría Machado: "en el buen sentido de la palabra bueno"..... Espero que le busquen una salida feliz a este personaje, que no lo destrocen.

    Un abrazo,

    MUGUET.

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