Hubo una
época en que poner a caldo a Francisca Montenegro o simplemente verter un
comentario negativo sobre ella, era casi un ejercicio de riesgo. Ahora creo que
este tiempo ya ha pasado, aunque reconozco que de alguna manera aún sigo evitando
hacerlo, quizás para no tener que hacer frente a comentarios cuya línea es muy
previsible…. y poco apetecible de contestar.
Pero antes
tengo que matizar (aunque lo crea innecesario) que hablo del personaje, ya que la
profesionalidad de Maria Bouzas no está en cuestión, ni ahora, ni antes.
Si creo que
puedo cuestionar al personaje, porque nadie en la serie tiene porque ser
intocable, aunque en este caso concreto, lo parezca….. por alguna razón que
desconozco. Considero que ninguno de ellos/as es imprescindible, y Francisca
tampoco. De hecho ha quedado suficientemente demostrada esta posibilidad de ir
por libre, porque en la trama de Los Manantiales se bastan ellos solitos para
complicarse la vida.
Pero
volviendo a Francisca.
Es evidente
que este personaje no funciona independientemente y necesita de la capacidad de
interactuar con otros porque, por muy protagonista que haya llegado a ser, por
sí sola no tiene ningún recorrido. Aunque la pega es que esto también lleve implícito
lo que parece el único papel posible para ella: sembrar el mal por doquier, sin
atender a ninguna otra razón que a su propio beneficio.
Sin embargo hay
algo aún peor: han instalado con ella la impunidad. Es posible que en el pasado
y en la vida real, fuera posible encontrarse con una persona de estas características,
especialmente en el caso de los caciques rurales, que mantenían con puño firme
el control de los territorios que caían bajos sus manos. Pero aun así todo el
mundo es susceptible de cometer alguna vez un error,…..menos Francisca
Montenegro, que siempre acaba cayendo de pie.
Cierto que es
una ficción y es difícil ponerse en la mente de los guionistas para saber el
porqué de todo ello. Pero considero que con este personaje están tensando mucho
la cuerda de la tolerancia de los espectadores, que aun siendo conscientes de
que los tiempos han cambiado no pueden evitar sustraerse de la mentalidad actual.
La corrupción
y el abuso de poder no son nada nuevo, y siempre han estado presentes. Pero viendo como esta lacra está instalada en todos
los ámbitos de la sociedad, creo que tendría que existir un cierto cuidado en el desarrollo de
algunas situaciones de la serie. Por supuesto no es muy fácil que una serie de
sobremesa sea capaz de influir en la manera de entender las cosas, pero tampoco
ayuda mucho que se instale una cierta resignación a la idea de que no se pueden
cambiar las cosas. Por supuesto si se puede, y la impunidad no tendría que
existir nunca, mucho menos ser justificada.
Vemos como el
personaje de Francisca hace y deshace a voluntad, maneja a las personas a su
antojo, decide sobre la vida y la muerte de la gente, se deshace de quién
osa interponerse en su camino, olvida convenientemente el daño infringido y solo piensa en su propio ego, su ambición no tiene límites, predica
una moral que no tiene y que arregla con donaciones para acallar una conciencia
que tampoco tiene, manipula, engaña, …………..y seguro que aún me dejo cosas. Y,
sin embargo, sorprendentemente aún hay quién la justifica por un matrimonio
infeliz con un hombre maltratador.
No estoy de
acuerdo. Y por descontado pienso que no merece ni un gramo de felicidad, ni de paz.
Cierto que
una familia desestructurada puede forjar a personas desgraciadas y problemáticas.
Pero no es justificable que lo tengan que pagar los demás. En la misma serie
nos encontramos con otras historias parecidas de pasado infeliz y no han
acabado de esta manera. No olvidemos que Severo puede “agradecerle” a ella una
infancia de sufrimiento, Candela también tuvo que sufrir un marido maltratador,
Carmelo no tuvo mejor suerte que Severo, Soledad tuvo que sufrir los maltratos y
la incomprensión de su madre y los abusos de su padre, Martín tuvo una infancia
solitaria y llena de represión, ……y ninguno de ellos salió mal.
Así que la
justificación no sirve.
Y si,
Francisca tendría que pagar por todo lo que ha hecho. La justicia es igual para
todos y ella no tendría que ser una excepción. (Y, por supuesto, me
refiero a la justicia de los hombres, porque la divina la dejo para quién crea
en ello. A mí no me sirve)
Totalmente de acuerdo contigo, Anna. Me repugna el personaje de Francisca porque es la maldad personificada y no entiendo que todo, absolutamente todo, le salga bien. Estoy deseando ver que este personaje tan retorcido, en alguna ocasión, no consiga salirse con la suya. Y estoy de acuerdo en que el hecho de haber tenido un pasado triste o con sufrimientos, no te lleva a ser una persona tan mala, hay muchos ejemplos en la vida como tú misma has mencionado.
ResponderEliminarEn cambio Nicolás me parece un hombre esencialmente bueno, como diría Machado: "en el buen sentido de la palabra bueno"..... Espero que le busquen una salida feliz a este personaje, que no lo destrocen.
Un abrazo,
MUGUET.