23 de mayo de 2017

No son perfectos, pero.....

A lo largo de estos seis años han pasado muchos personajes por la telenovela y la respuesta del público ha sido heterogénea al respecto del acierto en la elección y el desarrollo del papel representado por algunos de ellos. De hecho los ha habido que ni siquiera han conseguido calar en el gran público y que han pasado sin apenas dejar huella, personajes a los que ya ni se nombra, ni existen apenas en el recuerdo de la ficción.
Pero sin embargo también hay los que han conseguido crearse su espacio y convertirse con el paso del tiempo en casi determinantes en las tramas. Personajes con una personalidad rica en matices, y sin que hayan experimentado grandes cambios a lo largo de la telenovela.
Por supuesto entiendo que no todo el mundo lo cree así, y que existen diferentes corrientes de opinión, tantas como simpatías despierta una/un determinado personaje, y antipatías o indiferencia otro/a, (u otros).
Creo que la integridad de los hombres de La Quinta (por supuesto hablo de Severo y Carmelo, los auténticos dueños) está fuera de toda duda. Por descontado no son perfectos y también han cometido errores, pero si algo se puede decir de ellos es que no suelen desviarse de sus convicciones, valores y principios. Además hay algo que les hace más especiales: el vínculo que les une, una amistad inquebrantable forjada en la lucha, primero por la supervivencia, después por un futuro. Un vínculo tan sólido que pone en relieve el verdadero valor de la amistad, y que en el caso de Carmelo ha supuesto incluso asumir voluntariamente el ser denostado y tildado de traidor de manera injusta, cuando sólo actuaba movido por el único objetivo de salvaguardar a su amigo y a su familia.
Por supuesto hay otros hombres y mujeres en Puente Viejo que podrían entrar en la misma clasificación. Personas que contra viento y marea defienden lo que piensan, y además hacen bandera de ello. Pero voy a volver al principio, y a los hombres de La Quinta.
Es cierto que, como otras tramas, ésta también ha tenido que hacer frente a una cierta decepción por la pérdida de las expectativas creadas en cuanto a la que se creía su concepción inicial. Claro que quizás es porque los espectadores acabamos montándonos películas infundadas que jamás van a verse realizadas, quizás porque los responsables dejan que nos las hagamos, quizás porqué conviene que así sea para mantener más tiempo la tensión,…..pero también porqué las más de las veces dicen una cosa y, por lo que sea, la realidad acaba siendo muy distinta.
Pero, aun así, hay algo en La Quinta que se ha mantenido inalterable, y que considero que representa una diferencia sustancial con otras tramas protagonistas. Porque ni Severo, ni Carmelo, han mudado de personalidad, ni han hecho nada que les pusiera en el punto de mira y fuera reprochable. Si, quizás algunos tropiezos, pero nada que altere sus firmes principios.  
Vale, rectifico. Tildar de tropiezo a matar a un hombre (inocente o no, no hay diferencia) no entra dentro de la consideración anterior. Y, por supuesto, Carmelo tendría que pagar por ello, porque la impunidad no tendría que existir para nadie,…. aunque en Puente Viejo esto es casi una utopía, porque pocos se libran de tener esta mancha en su historial. Incluso algun@s, como la doña, no tendrían ni suficiente con diez vidas para enmendarlo. Pero aun así, Carmelo no ha perdido su verdadera esencia, la del hombre noble, generoso y leal del principio, la de la persona que ha aprendido a hacerse fuerte con la adversidad y que ha extraído una lección de ello que le permite ver a las personas desde su misma perspectiva, que cree en el valor de la justicia social. Que a pesar de haber llegado a tener un cierto poder sobre otros, jamás ha hecho uso de ello más que para defenderse. Pero ante todo una persona que tiene conciencia. Lo hemos visto (y seguimos viendo): mató a un hombre, dejándose llevar por la ira y el dolor, pero desde entonces este error no le ha dejado vivir y le impide ser feliz. Y no sólo porque ahora además esté Adela y la imposibilidad de amarla libremente, sinó porque los remordimientos ya hicieron mella en él desde el primer día (recordar la escena desgarradora de la confesión a Sol). Lo que demuestra que, a pesar de todo, es una persona íntegra, que ha aprendido a aceptar sus derrotas y lo que ha hecho mal, y que antepone los sentimientos de los demás a los suyos propios.
Casi el mismo perfil que Severo: un personaje con un enorme corazón, que no ha olvidado de donde viene y cómo ha llegado a donde está (olvidemos por un momento que ahora le han quitado todo injustamente, pero seguro que vuelve a recuperarlo). Que a pesar de haber escalado posiciones en la sociedad, jamás ha hecho uso de ello para someter a nadie, que trabajó duramente, no por la ambición de hacerse rico y tener resuelto su futuro, sinó para alcanzar lo que realmente deseaba con todas sus fuerzas: encontrar a su hermana. Generoso, cercano, fiel a unos principios en los que la prioridad son las personas,… amante, entregado y tierno esposo, probablemente un estupendo padre (¡¡que ganas de verlo en esta tesitura!!), amigo incondicional de sus amigos. Pero (siempre hay un pero) con un punto de impulsividad y tozudez, que mezclado con una cierta ingenuidad, a veces le hace vulnerable al confiar demasiado en algunas personas que no lo merecen. Y algo de lo que se aprovechan algunos (aunque espero que no vuelva a ser Francisca, porque ya sería el acabose) 

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