Sin duda
Puente Viejo ha sido y es una serie de grandes hombres, pero especialmente de
grandes mujeres, algunas de las cuales han dejado huella. Y en la que otras aún
siguen dejándola,….cierto que cada cual a su manera.
Por supuesto
esto tiene mucho más mérito en una época en el que el papel de la mujer era
poco más que anecdótico, y solo unas cuantas supieron (o pudieron) hacer frente
al patriarcado establecido, que no permitía dar un paso sin el permiso de
padres, maridos o familiares masculinos.
Mujeres con
gran fortaleza como Pepa, que no se conformó con lo que parecía estarle
destinado por su condición humilde. Como Aurora, que nos enseñó que se puede
perseguir un sueño y alcanzarlo. Como María, que luchó para conseguir la
felicidad, sin importarle los medios, ni el tener que renunciar a muchas cosas.
Como Francisca que, aún con malas artes, supo hacerse un lugar en un mundo de
hombres y además acumular poder sobre ellos (aunque esto último no es
precisamente una buena cosa si no se sabe utilizar. Como sucede con ella). Como
Sol, una mujer con coraje, valiente, que supo hacer frente al estigma de un
pasado oscuro. Como Candela, una mujer con cultura, que supo salir adelante por
sus propios medios y que ha sido siempre un ejemplo de generosidad, altruismo y
un poco la madre de muchos, enfrentándose sin desfallecer a la adversidad. Como
Emilia, una mujer de carácter y con un buen bagaje cultural, que ha conseguido
cuotas de igualdad inimaginables en esta época.
Como Mariana, Fe, Rosario, Camila, Beatriz, Gracia, Dolores,…….todas con
su propia idiosincrasia, todas ellas notables en su faceta particular. Y no,
por supuesto no me olvido de las demás que han pasado por la serie, y cuya
lista sería larga de enumerar.
Pero hoy
quería traer a otra mujer que, sin hacer mucho ruido mediático, ha entrado con
fuerza. Y no me refiero a la nueva incorporación, Julieta, si no a Adela.
En las pocas
semanas que lleva en Puente Viejo ha puesto en marcha una verdadera revolución,
que no tiene nada que ver con significarse como activista o como líder
revolucionaria,…. aunque en realidad lo sea y no se esconda de ello.
Seguro que
tod@s tenemos bastante claro que la cultura es importante para hacer avanzar la
sociedad. Y Adela lucha para que sea así, para que todo el mundo tenga,
mediante el saber, una oportunidad de crecimiento personal, de ampliar horizontes.
Pero no solo se ha quedado ahí, sinó que está demostrando que con voluntad y
esfuerzo también se puede hacer crecer a un pueblo. Y lo ha hecho poniéndose
delante y asumiendo responsabilidades, buscando sin desfallecer el bien común, con nuevas ideas y propuestas, y sin dejar que la frenen los posibles
obstáculos. Sin olvidar que es una mujer de carácter, con ideas muy claras y
firmes convicciones, que tampoco se deja intimidar y que ha conseguido el
respeto aparente de Francisca,…. cosa bastante difícil de ver.
En fin, un personaje que
considero muy completo y del que espero grandes cosas. Sin olvidar su preciosa
historia de amor con Carmelo, que han sabido llevar con acierto, sin
concesiones al sentimentalismo barato, y dejándonos ver a dos personajes que
han llevado ante todo siempre como bandera la sinceridad y el decirse las cosas
por su nombre (vale, que Carmelo no lo hizo al principio, pero ha valido la
pena el resultado). Una historia en la que ellos son los protagonistas, sin
buscar la aprobación de nadie y con la libertad de amarse sin trabas. Y
especialmente que nos han demostrado que su amor es de verdad, cuando Carmelo
estaba dispuesto a renunciar a ella aceptando que lo que les separaba era
infranqueable por su error, y Adela también estaba dispuesta a poner sus
convicciones por delante de sus sentimientos, a pesar del enorme dolor que ello
le suponía. Y que con la generosidad de
ella y la constancia de él, han podido vencer.