Es alto,
rubio, guapo, rico,…..es inteligente y tiene visión de las cosas. Además no hay
que fijarse demasiado para darse cuenta de que todos sus ademanes indican una esmerada
educación, igual que su porte señorial viene avalado por el hecho de haber
crecido en un entorno en el que las apariencias si importaban. Un mundo que sin
embargo no era el que le llenaba, ya que su verdadera vocación iba por otros
caminos: el de poder disfrutar de la libertad de crear, de ver el mundo a
través de su objetivo, de plasmar la belleza de las cosas, de capturar momentos
únicos para la posterioridad,…
Nicolás es alguien
con una personalidad muy interesante, cierto que no arrolladora, pero sí que lo
hace valer. Y que si bien una vez se dejó superar por las circunstancias, por
un dolor insoportable, se ha demostrado que puede mirar las cosas con
perspectiva y sacar conclusiones muy acertadas. De hecho su intervención ha
sido providencial en más de una ocasión, especialmente para los habitantes de
Los Manantiales, con lo que parece existir una cada vez más estrecha relación.
Pero volviendo
atrás.
Hace ya
algunos meses escribí un comentario sobre este personaje y su papel en la
serie. En aquel momento las cosas iban mal para él, estaba siendo cuestionada
su actitud, y existía un enfrentamiento entre él y el mundo, personificado
especialmente en la familia de Mariana. Y, como casi tod@s, me preguntaba cuál
iba a ser la deriva de este personaje y si conseguirían encontrarle un lugar
adecuado después de ver finalizado su rol principal, el que le llevó a la
telenovela.
Ahora creo
que si están consiguiendo encontrarle un lugar, y además con buena nota. En mi
opinión, el personaje ha ganado en enteros y ahora permite lucirse mucho más a
Alejandro, un gran actor del que considero han desaprovechado todo su potencial
hasta ahora. Lamentablemente, todo hay que decirlo, porque ello deja patente que
también su compañera Carlota lo estaba en los últimos tiempos. Su trama conjunta
había pasado a ser de puro relleno y sin que aportara, más que ocasionalmente,
algo de interés.
Y en este
momento Nicolás se está haciendo un lugar importante en las tramas. Como padre entregado,
tío, cuñado, amigo de sus amigos. Consejero las más de las veces, apoyo incondicional
y la voz de la sensatez casi siempre. Y además con una particularidad que lo
hace especial (al menos en este momento): mientras que a muchos de los hombres
de PV los acaban retratando confiados, crédulos, ciegos y manipulables, (cierto
que siempre movidos por el buen corazón, no por otros motivos) Nicolás parece más
difícil de embaucar (que, por supuesto, no quiere decir que no sea posible).
La última
trama es la mayor muestra de que su clarividencia alcanza lo que no siempre consiguen
otros. Me refiero a la trama con Lucia, aunque también es cierto que tampoco es
nada difícil apercibirse, porque la mujer no es nada sutil en sus
manifestaciones y todo el mundo se ha podido dar cuenta de las intenciones que
presumiblemente la mueven. (Aunque sabemos que las verdaderas son otras. Pero
esto ya es otra historia).
Sin embargo también
sabemos que el pasado, aún con la intención de dejarlo atrás, sigue pesando
sobre Nicolás. Y que por ahora no tiene en mente rehacer su vida con otra
persona. Por descontado tampoco es descartable que en algún momento los
sentimientos se abran paso a través de su decisión, y llegue alguien que ponga más
luz a su vida,….. aunque esta ahora se concentre en la pequeña Juanita y nadie
más.
Pero hay otra
consideración que no parece tenerse en cuenta.
Evidentemente
soy consciente de que PV se trata de una ficción alimentada básicamente de
historias de relaciones con trasfondo romántico, que después de muchos avatares
consiguen salir adelante, pero siempre con un desarrollo tumultuoso y cargado
de complicaciones añadidas. Sin embargo siempre es esto, relaciones de pareja.
Y me pregunto si no es posible una trama diferente, que no sea acabar en lo
mismo de siempre.
De verdad
pienso que este personaje puede dar mucho juego sin meterlo en berenjenales de
este tipo. Al menos por ahora, cuando en la serie no hay trama que no tenga un
problema relacionado con sentimientos en cualquiera de sus expresiones. Y un respiro no
vendría nada mal.