No lo digo yo, lo dicen los datos de audiencia.
Claro que cada cual lo interpreta según sus simpatías y yo no soy una excepción,
ni pretendo esconder mis preferencias. Pero es un hecho que, coincidencia o no,
la semana en que Sol Santacruz ha sido la protagonista indiscutible (aunque sea
por algo tan luctuoso como la muerte del personaje), las audiencias han vuelto
a cifras de los mejores tiempos,...lo que da cuenta que, a pesar de todo, los habitantes
de La Quinta, en este caso Sol en particular, tienen su legión de seguidores……
que ahora se han quedado un poco huérfanos.
Pero la vida sigue y en La Quinta se
cuecen nuevas historias. Si Sol traía consigo una de poco usual, la de una
mujer que tuvo que reinventarse y luchar con su pasado para construirse un
futuro (que se ha visto truncado de manera violenta), ahora nos llega otra
mujer que, en principio y si consiguen desarrollar esta historia sin caer otra
vez en despropósitos, considero que puede dar mucho de sí. Secundando a un
magnífico actor, Raúl Peña, al que por fin parece que se han decidido a dar valor,
Ruth/ Adela llega para dar un nuevo aire a una parte de la telenovela que se
encuentra situada ahora mismo en un bucle del que los responsables parecen
incapaces de encontrar una salida.
Bueno, en realidad esta historia de
Adela y Carmelo creo que puede tener entidad propia en su planteamiento, porque
éste, a pesar de estar vinculado a La Quinta, acumula sobrados méritos para tener
una trama específica.
Y la historia trae una novedad: a
priori no se presenta como una posible historia de amor. Porque el punto de
partida, lo que une a los protagonistas, no es una necesidad romántica, sino básicamente
la de sentirse acompañados y encontrar consuelo en el otro. Aunque este consuelo
tenga medidas diferentes, y el de Carmelo lleve aparejada la necesidad de reparación,
lo que demuestra que en él la bondad prevalece a pesar de todo. Si, quizás la
justicia no lo encuentre nunca y no vaya a pagar por su crimen, pero lo que es casi
seguro es que los remordimientos y la culpa van a seguir mortificándolo el
resto de su vida. Y, sin justificarlo, esto demuestra que tiene conciencia.
Admito que todo ello me ha creado unas
expectativas. No solo porque permitirá dar algo más de relieve al personaje de Carmelo,
sino porque me gusta la formulación de esta historia que se podría adivinar
plagada de momentos de gran intensidad, especialmente cuando se pongan las
cartas sobre la mesa,…como es de suponer que va a suceder tarde o temprano. Y
admito que el personaje de Adela es culpable en buena parte de estas expectativas:
una mujer fuerte, que a pesar del revés que el destino le ha procurado no se
amedrenta, que se aferra a lo que tiene, que lucha por su hijo…..que a pesar de
todo tiene un punto de optimismo, y que posee la facultad de dar sosiego al alma atormentada de Carmelo. (Por cierto, muchos
de estos rasgos me recuerdan a otra mujer de PV: Candela).
Espero de verdad que esta vez sepan
conducirlo. Creo que los responsables tienen entre manos un buen material, una
historia que puede ser potente, y que se sale un poco de las edulcoradas tramas
de pareja que suelen ser el alma de las telenovelas. Por supuesto, que también
un día ellos también pueden llegar a convertirse
en los protagonistas de una historia de amor, pero probablemente de algo atormentado,
porque para poder vivirlo tendrán que
vencer aspectos no fáciles de resolver.
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