27 de diciembre de 2015

Amigos sin derecho a roce

Primera premisa que creo que hay que valorar: un hombre puede ser amigo de una mujer sin que ello presuponga que existan, o vayan a existir en el futuro, segundas intenciones.
Segunda premisa: una mujer puede acercarse a un hombre y establecer vínculos de amistad con él sin que ello signifique que busque su cercanía para algo más. 
Y también puede que me esté equivocando, y que la intención de los guionistas con la trama de Emilia y César acabe convertida en otro desaguisado. Evidentemente existe el peligro de que el roce lleve a algo más. Pero, de momento, les doy un voto de confianza a ambos, primero porque César, a pesar de que en apariencia puede ser un tercero en discordia, el caso es que me cae bien, y ahora mismo (y mientras no se demuestre lo contrario) no lo veo como alguien que pretenda aprovecharse de la debilidad de otros. Segundo porque considero al personaje de Emilia como alguien con la cabeza bien asentada y, aunque independiente y poco dispuesta a dejar que la coaccionen los convencionalismos, tampoco la veo como para liarse la manta  a la cabeza y hacer lo mismo que la ha llevado a apartar a Alfonso de su lado.
Pero especialmente porque tapar un despropósito con otro significaría, en mi opinión, un enorme error de cálculo.
Lo cierto es que en los malos momentos un hombro sobre el que apoyarse creo que puede ser una buena cosa. Otro tema es quien es el escogido para ello, que normalmente suele ser alguien de entera confianza, ya que sincerarse, dejando los sentimientos al descubierto, no es fácil sin tener la absoluta seguridad de que el interlocutor sabrá escuchar, aconsejar y comprender. Sin embargo Emilia ha optado por un hasta hace poco desconocido, y encima hombre, lo que es algo cuando menos sorprendente, teniendo como tiene a gente con la que podría desahogarse, como su propio padre. Pero también es cierto que casi todos los que conforman su círculo más cercano tienen vínculos con Alfonso, y quizás esto la haya llevado a sincerarse con alguien que puede mirarlo con más perspectiva. O simplemente porque enseguida se ha establecido entre ella y César un feeling especial, que no hay que confundir con otros sentimientos.

22 de diciembre de 2015

La lògica se impone

Después de todo tampoco era tan difícil ¿no?
En realidad la actitud de Sol hasta el momento se me antoja fuera de toda lógica, más cuando las posibles víctimas de las intenciones de Eliseo son personas a las que ella quiere.
Por supuesto no tengo ninguna duda que la intención de esta trama es llenar espacio de los capítulos, porque de otra manera carece de sentido. Menos cuando nos han presentado a Sol como una mujer de carácter, no la pusilánime que ha sido en este tema hasta ahora (al menos de cara a la galería). Es cierto que a solas con el personaje mezquino de Eliseo se mostraba de otra manera, pero también con el trasfondo de lo que suponía ser mujer en 1922, con no demasiado espíritu crítico hacia lo que suponía la claudicación de sus derechos como persona. Aún con un punto rebelde, siempre parece acabar trascendiendo en Sol la sumisión debida al esposo, tal como estaba establecido en las leyes y en las normas de la época. Y ello a pesar de que se pretenda disfrazar de temor hacia las represalias de Eliseo si se niega a acatar sus deseos, algo que no voy a negar que también pueda influir.
Y solo el hecho de haber sido puesta entre la espada y la pared, entre el supuesto deber y la pérdida, aparte de saber que Francisca también anda de por medio, ha conseguido lo que no parecía posible: hacerla reaccionar y darse cuenta de que su actitud empeoraba aún más las cosas, no solo para ella, al estar expuesta a los caprichos y malos tratos de un esposo deleznable, sino para todos los suyos, a los que expone al no hacerlos participes de las amenazas de Eliseo. Por cierto, al que no doy más que una mínima credibilidad (como ya he dicho en otra ocasión) porque que se sepa está solo y no veo que podría hacer frente a todos los demás, siempre que éstos sepan realmente a qué atenerse, estén prevenidos y le tengan controlado. Severo, Carmelo, e incluso Lucas, son mucho más fuertes que el tipejo, y tienen muchos más medios, así que cuesta entender el porqué del miedo irracional de Sol, cuando su hermano y los demás podrían protegerla y protegerse fácilmente, y encima sacar al individuo de en medio. 

20 de diciembre de 2015

Los locos en PV

¿Quién es más peligroso, una mujer con problemas psicológicos u otra que carece de escrúpulos, que no siente empatía hacia casi nadie, que no duda en sacarse de delante a quien entorpece su camino? ¿Qué no duda en ejercer de juez, jurado y verdugo, decidiendo sobre la vida de otras personas?
¿Quién merece menos simpatías, una mujer que, aun con problemas de personalidad, está sola e indefensa (y ahora además sabiéndose en peligro), o un capataz desalmado que tiene una conciencia voluble, que por una fidelidad mal entendida puede incluso llegar a postularse para utilizar la fuerza contra personas que no tienen apenas posibilidades de defenderse?
Quizás existe la posibilidad de que Berta pueda representar un peligro para Beltrán, pero por lo que se ha visto hasta ahora nada indica que su problema sea de instintos violentos, más bien lo que parece tenerla coartada es el miedo a un fantasma del pasado. Por supuesto no pretendo minusvalorar un problema de este calibre, y es cierto que cualquier persona con desequilibrios psicológicos puede ser totalmente impredecible, por lo que no es nada recomendable que tenga a su cargo a alguien, mucho menos a un menor. Pero me da la impresión que en este caso de Berta los guionistas van un poco a salto de mata, porque no tiene mucho sentido la evolución del personaje. Se supone que antes de llegar a PV Berta ha estado sirviendo en casa de una gente pudiente sin ningún problema, sin que nadie haya detectado nada, y ahora, de pronto, se hace patente su desequilibrio mental y encima salen a la luz unos informes médicos que no se sabe quién ha pedido, ni porque, que la retratan como alguien que puede tener tendencias asesinas. Y encima que nadie, ni D. Anselmo que fue quien la encontró, la recomendó y la trajo al pueblo, ni Severo que la hizo investigar sin resultados relevantes, consiguiera sacar a la luz lo que Francisca con solo chasquear los dedos ha descubierto sobre el pasado de la chica.
Quizás el tema sea que el aire de la sierra también puede provocar efectos nocivos ¿o será el agua de la fuente?

14 de diciembre de 2015

Una vida en la palestra

Hay dos factores a tener en cuenta: uno que PV es una historia de ficción y que ello permite ciertas licencias, y el otro que probablemente cueste un poco meterse en la piel de una mujer de 1922 y aceptar no solo que existieran unas leyes que condicionaban totalmente los movimientos de las féminas, sino que incluso ellas mismas pudieran llegar a resignarse al papel impuesto por la sociedad y con respecto al hombre. Aunque es cierto que tampoco tenían muchas opciones, pues la desobediencia estaba penada con cárcel; y aún con ello hubo mujeres valientes que desafiaron leyes injustas y discriminatorias. Eso sí, normalmente se trataba de mujeres cultas, de familias pudientes, que solían poseer una esmerada educación y que generalmente vivían en grandes urbes; así que los ecos de las sufragistas difícilmente llegaban a los núcleos de población rural, donde además la religión seguía imponiendo sus criterios y amordazando cualquier conato de protesta.
Aún así cuesta entender la deriva del personaje de Sol, cuando no nació pobre y hasta una cierta edad tuvo una buena educación que tendría que haber dejado un poso. Aunque en cierto momento todo ello se viera interrumpido al quedar huérfana y ser internada en un hospicio, donde es sabido que predominaban unas maneras de educar que nada tenían que ver con moldear personas con criterio, más bien al contrario, hacer de las niñas mujeres sumisas y obedientes a los hombres, tal como se estipulaba con las leyes y las normas de una sociedad predominantemente machista y misógina.
Sin embargo lo que sucedió después con ella, y cómo su vida llegó a hundirse más al tomar el camino de la prostitución, no lo recuerdo, aunque supongo que Eliseo tuvo mucho que ver.
Antes de continuar he de decir que sé que estoy intentando hacer un ejercicio algo arriesgado, porque quizás no logre hacerme entender o no ser capaz de plasmar lo que quiero decir sin meterme en un fregado. También he de decir que no es mi pretensión poner en entredicho a quien se dedica a esta que considero mal llamada “profesión”, aunque sé que no todas las mujeres lo hacen de manera voluntaria, que muchas son explotadas por individuos sin escrúpulos y convertidas en meros instrumentos de placer. Y sigo pensando que los principales culpables de que esto exista no son sólo los proxenetas, madames o propietarios de burdeles y casas de citas, sino los que utilizan estos servicios y que no reparan que en cierto modo es una manera de degradar a la mujer. Como tampoco tengo muy claro si reivindicaciones feministas y prostitución pueden ser compatibles; o al menos no lo eran en aquel tiempo en el que, por cierto, estas prácticas eran penadas para las mujeres, mientras que para los hombres la manga ancha era considerable.  
Pero volviendo a Sol. Pienso que en estos años que se dedicó (obligada) a vender su cuerpo no estaba en una situación muy propicia para alimentar el espíritu, ni creo que dedicara tiempo a culturizarse y a forjar un criterio crítico con algunos aspectos de su entorno y que le incumbían. Si acaso alimentar una cierta rebeldía, pero que vimos que tampoco era suficiente para salir del lugar en el que la explotaban. ¿Cobardía, miedo a lo desconocido, acomodo,…? ¿O simplemente que no creía tener otras opciones? (De hecho esta última pregunta se podría responder cuando ella misma se infravalora por su pasado, y por considerar que jamás se podrá librar de este estigma).  
Evidentemente no voy a negar que sea una mujer de carácter fuerte, que pretende ser independiente. Pero al final ha demostrado que no lo es tanto al aceptar los roles establecidos: primero poniéndose bajo la protección de su hermano y Carmelo (que no se han manifestado para nada como los típicos machos dominantes, sino que saben dejar espacio a sus mujeres), y después dejándose manejar por un malnacido, del que no deja de sorprender que sea capaz de amilanarla con unas amenazas que no llegarían más lejos de esto si se sincerara con la persona adecuada (que no ha de ser D. Anselmo, porque ello no soluciona nada), o que tomara cartas en el asunto. Solución por cierto, que no creo que sea la de alejar a todo el mundo para protegerlos, y que podría ser mucho más efectiva si pusiera sobre aviso a los amenazados.
Sin embargo esta situación no es nueva. Ya lo hemos visto antes, y con la misma impresión por parte de l@s espectadores con respecto a ciertas actitudes. De hecho María hizo lo mismo con respecto a Fernando, cuando podría haberse ahorrado muchos sufrimientos si hubiera confesado a Francisca lo que le estaba haciendo éste. Ahora sucede lo mismo con Sol, cuando no considero a Eliseo con suficientes medios como para llevar a cabo sus amenazas. De hecho pienso que si ello llega a materializarse, parte de culpa la tendría Sol por permitirlo.
Pero esto es una novela, y quizás una cierta coherencia es pedir demasiado. 

11 de diciembre de 2015

Y la lista sigue creciendo!

Calculando así por encima, aunque de manera un tanto optimista y en base a los resultados de las recientes elecciones municipales de PV, la población total de este pueblo debe rondar alrededor de los 800-900 habitantes. Pero lo que a priori podría parecer un sitio tranquilo, unido a que es lugar de paso alejado de los grandes núcleos de población, en realidad ha acabado siendo algo parecido al salvaje oeste, un lugar donde el índice de incursiones dolosas de gente de mal vivir no parece tener fin. Y para mayor regodeo, lo más habitual es que encima cada personaje nuevo traiga detrás de sí alguien de este calibre.
Evidentemente entiendo que es una situación alejada de la realidad y motivada por los intereses de la serie, que necesita que sucedan cosas para seguir estando en el candelero. Pero pienso que ya se está abusando de algunos temas, y no lo digo en plan de censura por el tema en concreto (aunque en realidad algo hay de ello), sino por la reiteración, y también porque parece circunscribirse a un género determinado.
No me voy a poner a enumerar los casos de desquiciamiento, locura, desvaríos y trastornos psicológicos varios que han jalonado durante cuatro años esta serie, porque seguro que me iba a dejar algunos. Pero lo que sí da la sensación de ser un denominador común que esto, además de suceder con una frecuencia que destroza cualquier estadística, afecte mayoritariamente a mujeres, mientras que en los hombres que se han puesto en el lado oscuro la apuesta es por lo malvado y retorcido. Que evidentemente también puede ser un factor de locura,  y en esto no se distinguen hombres y mujeres, cuando se trata de personas que presentan una baja respuesta a las amenazas, son fríos, su agresividad no tiene límites y solo valoran las posibles consecuencias positivas de sus actos, por muy maquiavélicos que sean. Son personas sin empatía, que además no aprenden de los castigos y errores, y no sienten la necesidad de modificar su conducta, malvados por naturaleza o por las circunstancias (algo que, por supuesto, no puede admitir jamás ninguna justificación).
Ahora llega Berta. Pero en el caso de ésta, además de interrogantes creo que hay que añadir otras cosas.
Y la primera cosa es: o Bosco es gafe (de hecho parece llevarlo impreso desde su mismo nacimiento), o han decidido ensañarse con él. En principio parecía que la última idea era la de darle al fin la tranquilidad afectiva, después de una primera mujer desquiciada (por cierto, creo que perdieron la oportunidad con Aida Flix, que seguro hubiera dado mejores resultados escénicos que la equivocada apuesta por Fariba), después se cargan en pocos meses a su segunda mujer, y cuando parecía que podría llegarle la estabilidad y recomponer su vida sentimental, le “colocan” a otra mujer con problemas psicológicos. Sin contar que el chico está bajo la égida de otra mujer no menos retorcida, que le manipula a voluntad para sus propios fines.  
Lo cierto es que me cuesta entender que es lo que se proponen con esta trama. Evidentemente uno de los fines es devolver a Bosco a La Casona para dar visibilidad a Francisca, aunque con ello lo único que consiguen es hundir la poca credibilidad del chico. Pero aún es mayor el interrogante sobre Berta y su papel final en esta historia, que espero que no sea sólo el anteriormente mencionado. Sería un total sinsentido levantar expectativas para después volver al punto de partida, ya que creo que ello además iba a significar el final del personaje de Bosco.  
¿O es esto lo que se pretende? 

6 de diciembre de 2015

Un Sol que se apaga

Una se pregunta ¿en qué momento se decidió que la mujer era inferior al hombre, que había de estar sometida a su voluntad? ¿Quién y cuando llegó a la conclusión de que las mujeres queremos ser princesas?
Sorprende descubrir hechos como que en el concilio de Nicea, en el año 325, se llegó plantear la cuestión de si las mujeres tenían alma o no, y sólo por dos votos se resolvió a favor.  O que aún avanzado el siglo XX había quien sostenía que el hombre era superior a la mujer tanto física como intelectualmente. Aunque ya antes el derecho romano había definido a las mujeres como el “fragilitas sexus” (sexo frágil), lo que en cierta manera puede ser el inicio de la idea de que la mujer necesita de alguien que cuide o vele por ella, Y que, generalmente, este alguien debe ser del género masculino.
Aunque una de los mejores compendios de este pensamiento llegó de la mano de un teólogo, Santo Tomás de Aquino, que en el siglo XIII sistematizó la idea general sobre la mujer, y que la Iglesia Católica se ocupó de seguir manteniendo vigente hasta fechas bien recientes. Aunque el hecho de que sea una institución en buen grado misógina, donde las mujeres solo tienen un papel bastante residual, puede explicar en buena parte todo esto. (Un resumen en: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/72697-santo-tomas-mujeres-sexo/. Y un aviso para navegantes: el enlace anterior en algún caso puede provocar un serio ataque de hilaridad).  También un inciso importante: aunque en este caso lo haya limitado a la religión católica, las otras confesiones, con diferentes matices, también han hecho uso de argumentos parecidos. Y desgraciadamente aún siguen haciéndolo, porque la religión ha llegado a jugar un papel importante en la sociedad, ha influido en los gobiernos y, aun hoy en algunos países las leyes funcionan a su dictado.
Afortunadamente y de manera progresiva, la situación de la mujer en la sociedad ha ido cambiando, pero que aún siga presente en nuestros días parte de esta manera de entender el género femenino es cuando menos preocupante. Y hay muchos factores que han conseguido perpetuarlo, entre ellos y aunque duela reconocerlo, pero sin pretender generalizar, las mismas mujeres es posible que tengamos parte de culpa. Porque hemos caído en la trampa, unas veces utilizando la supuesta fragilidad para nuestros fines, pero otras dejando que esta actitud se instale en nuestras vidas, aceptando roles establecidos.

Pero como el objetivo de este blog no es hacer comentarios sesudos (que, por otra parte tampoco me creo capacitada de hacer), y aunque no voy a negarme el derecho a incursionar en temas que las mismas tramas me sugieren, voy a intentar comentar lo que me ha llevado hasta aquí: la trama de Sol y el chulo.
Es cierto que nos presentan a una chica de carácter fuerte, que ha tenido una vida dura y que se ha visto obligada a valerse por sí misma. O no. Porque esta afirmación se puede cuestionar cuando la mayor parte de su vida ha sido de dependencia, aunque también hay que decir que no voluntaria, si no forzada por las circunstancias. Y probablemente habría seguido siendo así de no haber sido arrancada de ello también por la fuerza, aunque por supuesto con fines muy distintos de los que la habían retenido hasta el momento.
Pero el caso es que ha pasado a depender de otros hombres. Sin embargo hay una diferencia sustancial porque, hasta la llegada de Eliseo, ninguno de ellos, los que ahora están a su lado, ha dado muestras de intentar coartarle su libre albedrío, su libertad, su independencia,…., lo que unido a su actual solvencia económica la sitúa en una posición que le permitiría no tener que depender de nadie.
Pero con las leyes hechas por hombres para los hombres, se ha topado. Leyes injustas, que colocaban a la mujer en una situación de total vulnerabilidad.
Y es cuando tod@s hemos acudido en tropel a dar nuestra opinión sobre la actitud que tendría que tomar Sol en su actual situación, cuando se hace patente que no es fácil ser consecuente con la mentalidad de 1922 y mirarlo desde esta perspectiva. El divorcio no existía y la mujer estaba sometida a los deseos del esposo. Una vez unidos por el vínculo del matrimonio el marido se convertía en el dueño y señor, y la mujer no podía objetar nada. Pero Sol no es el prototipo de mujer sumisa, tiene un carácter fuerte y difícil de doblegar, y probablemente esto es lo que se esperaba de ella. Por lo que es difícil de entender (salvo si se concluye que conviene a los responsables de la serie que la pareja Lucas y Sol pase por situaciones límite, y así no caer en la monotonía) que la chica se deje amedrentar y además sea incapaz de confiarse con nadie. Eliseo no tiene tanto poder, es un hombre al que pretenden mostrar con mucha capacidad de hacer daño, pero que una se pregunta cómo puede conseguir sus propósitos si está solo. De hecho, con sólo levantar un dedo, Severo y Carmelo se lo iban a cepillar sin problemas, por lo que la actitud de Sol cuando menos es bastante irracional. Poniendo a todos en alerta, ¿que podría hacer Eliseo? Y especialmente ¿no es ser muy necio que, pudiendo evitarlo, alguien permita que un indeseable le destroce la vida, arruine su futuro, y de rebote haga lo mismo a otros? 

2 de diciembre de 2015

Casi un matrimonio

Quizás es como ha de ser, aunque no lo comprenda.
Porque admito mi total analfabetismo sobre cómo se estructura una serie y si es  realmente necesario que las tramas se alarguen sin más motivación que la de llenar capítulos. Pero lo que sí sé seguro es que en este momento ello provoca que la expectativa que me generaba antaño la serie ya no suceda, sino más bien impaciencia. Y, ¿porque no?, una cierta perplejidad de que se empiecen las cosas y después dé la sensación que se dejan aparcadas, sin que se vea un horizonte cercano para resolverlas.
Tal sucede con Candela y Severo.
Hicieron falta largos meses de encuentros, confidencias, acercamientos y que Candela estuviera al borde de la muerte, para que se produjera el esperado momento de que la relación diera un paso más.  Pero después parece que se haya quedado ahí.
Cierto que esta situación puede generar que se vivan con mayor intensidad los que me parecen escasos momentos entre esta deliciosa pareja, pero creo que no están sacando a esta trama el rendimiento que sería deseable en este momento.
De hecho, y aunque casi cada día hay alguna escena en la que se demuestran sus sentimientos, pero que normalmente no dura más que unos segundos, por lo demás han pasado a ser una pareja que, sin haberse cruzado los votos, no se diferencia de cualquier matrimonio. Porque no viven todavía bajo el mismo techo, pero su relación está tan normalizada que si alguna vez (que espero que sea pronto) deciden que ha llegado el momento de establecer lazos más sólidos pasando a ser marido y mujer ante la ley, pienso que su devenir diario no se va a diferenciar en casi nada.  
Aunque por otra parte soy consciente que  pedir que les den más vidilla hace que al mismo tiempo tenga que encomendarme a……… no sé muy bien quién o qué,  pero a alguien o algo,…. para que no se les ocurra a los guionistas ir por el camino recurrente de crear un mal rollo entre ellos o de provocar alguna situación límite. Los personajes respectivos ya han sufrido lo suficiente para que ahora les nieguen a posibilidad de un remanso de paz y felicidad.
Y estoy convencida que también se pueden escribir buenas historias a partir de ello. 

1 de diciembre de 2015

Familia de primera, familia de segunda.....

Por enésima vez me he propuesto el difícil ejercicio de intentar entender a Bosco aunque, con los últimos acontecimientos, si antes era un objetivo complicado, ahora se antoja un imposible. Ya que su actitud actual ahora no solo le hace parecer inocente y bobo, sino que también hay que añadirle el calificativo de injusto.
Es cierto que las apariencias señalan a Severo, pero dejarse llevar por ello y sin pruebas irrefutables de la intervención del hombre en los hechos que le imputa, señalarle con el dedo acusador movido solo por la palabra de alguien que además es una evidente antagonista, y sin ni siquiera ofrecerle a éste el beneficio de la duda, es incurrir en una flagrante injusticia. O un enorme error que le puede costar una buena y desinteresada amistad, que ha quedado demostrada con creces.
Por supuesto habrá quien diga que la familia es lo primero, y que no es objetable que Bosco le dé mucho valor a ello porque ha carecido durante la mayor parte de su vida de una referencia de este tipo, así que es lógico que establezca una prioridad en sus afectos. Pero Francisca no es la única familia que tiene, aunque a veces parece querer ignorarlo. Aparte de Beltrán, Aurora, Martín, un hermano que no conocemos, una sobrina, tíos, primos, y Candela y Rosario, existe su abuelo, pero parece que con todos ellos el tema familiar lo ve de otra manera. También es cierto que Francisca es a quien le está más agradecido pues le sacó de la miseria (dejemos aparte los intereses que hubo en ello, y los que sigue habiendo, por lo que el altruismo no existe en este caso. Aunque Bosco desconozca este particular).
Pero Raimundo, aparte de ser un hombre de reconocido criterio, cabal  y  con una cabeza bien amueblada, también es alguien muy cercano para él. Y como mínimo tendría que respetar su criterio y experiencia. De hecho, al igual que los demás (exceptuando Francisca) no intenta manipularle, ni dirigir sus pasos, y por encima de todo no intenta comprar su afecto. Pero, a tenor de los resultados, el hombre no consigue tener mucho ascendiente sobre su nieto, que parece que está interpretando los consejos de su abuelo a su manera. Manera obnubilada y sin resquicio de intentar por lo menos escuchar y valorar que puede haber de cierto en las palabras de éste, con lo que queda claro que la telaraña que Francisca está tejiendo a su alrededor haciéndose pasar por una anciana desvalida, empieza  a dar los resultados esperados. Ahora solo falta que el chico decida trasladarse a La Casona para completar el desaguisado. 

26 de noviembre de 2015

Alegato para Emilia

Desconozco la edad de las personas que comentan sobre la trama de Alfonso y Emilia, pero no creo que esto sea lo más importante, ni decisivo, para explicar unas determinadas opiniones. El tema de fondo es que, sin querer entrar en descalificaciones y haciendo constar que es solo mi opinión, me estoy dando cuenta que se aplica un rasero diferente en el caso de uno y el otro, que trasladado a la vida real hace que se haga patente que, de alguna manera, aún perdura en nuestra sociedad un cierto sentimiento patriarcal, y que ello no distingue en edades, ni en géneros.
En estos días que se habla del tema del machismo y de sus consecuencias, una se da más cuenta de que hay actitudes que se siguen llevando implícitas en nuestra cultura, y que ésta sigue siendo en buena parte misógina, de hombres para mujeres. Por supuesto se ha avanzado mucho en temas de igualdad, pero si las mismas mujeres no tomamos conciencia que de alguna manera somos cómplices de ello y no nos levantamos para cambiar mentalidades que aún perduran, nunca se podrá avanzar lo suficiente.
Todo ello viene a cuento por lo que encabeza este comentario. En realidad no deja de sorprenderme que haya quien piense que Emilia se está pasando con Alfonso y que tendría que ceder. Incluso he llegado a leer que tampoco es para tanto lo que ha hecho el hombre, afirmación que, por supuesto, no comparto en absoluto. Porque no es solo el hecho, sino que se trata de una traición, se mire por donde se mire, y además el hombre no ha reparado en el daño que podía infringir, anteponiendo sus instintos primarios a todo lo demás. Lo que hace aún más injustificable su proceder, si es que se puede justificar de alguna manera que después de intentar traspasar su sentimiento de culpa a Emilia por un tema del pasado, mentirle durante semanas, dejarla plantada en más de una ocasión, rechazar sus intentos de acercamiento y finalmente consumar su infidelidad, ahora pida hacer borrón y cuenta nueva de la noche a la mañana, pretendiendo que Emilia no se lo tenga en cuenta.
Por supuesto me alineo al lado de Emilia, y puedo entender cómo se siente. Otra cosa es que en este caso de ficción, la trama pueda antojarse larga y aburrida pero, vista desde una óptica de la vida real, a mi entender está siguiendo una progresión lógica. Porque aquello de que el amor lo puede perdonar todo no creo que sea una afirmación que no pueda ser discutida, aunque también es cierto que hay que distinguir cada situación o contexto. Y el amor también se puede acabar, o al menos experimentar un cambio. Pero lo que no se puede pedir es que en nombre de este sentimiento se gire la vista hacia otro lado.   
También dicen que el tiempo puede curar las heridas. Y en todo caso Emilia es lo que està pidiendo: tiempo

20 de noviembre de 2015

No es la misma

Supongo que uno de los principales errores de los que vemos la serie casi desde sus comienzos, es intentar establecer comparaciones con lo que actualmente sucede en la misma. El caso es que en este momento no tiene demasiado que ver, opinión con la que creo coincido con bastante gente. Aunque tampoco tendría que ser nada sorprendente que se hayan producido cambios porque después del tiempo transcurrido es lógico que las cosas no sean las mismas. Incluso es posible que esto sea bueno si se quiere mantener el interés del espectador. Sin embargo mi impresión es que no siempre ello se traduce en cosas novedosas, vista la tendencia a repetir tramas. Eso sí, maquillándolas un poco, pero fácilmente reconocibles igualmente, con lo que conlleva de previsibilidad.
También los nexos que existen desde el principio con algunos personajes impiden, de alguna manera, hacer borrón y cuenta nueva, mirarlo con ojos diferentes. El “problema” que impide una total desconexión es que se puede decir que estos personajes han pasado a formar parte del paisaje de la serie, aunque con el lastre de su poca evolución en casi cinco años, ya que siguen moviéndose por los mismos parámetros que al principio. Evidentemente algo que solo puede entenderse porque, con alguna excepción puntual, buena parte de ellos solo tienen protagonismo ocasional, y sus tramas como único objetivo el de dar cobertura a todo el entramado. 
No olvido que muchos de los cambios también han venido forzados por la necesidad, porque protagonistas destacados se han marchado y ha sido perentorio crear nuevas historias. Con desigual fortuna, todo hay que decirlo. Porque si bien el salto temporal trajo consigo un par de ellas que consiguieron calar hondo, tres si contamos la preciosa relación de Tristán y Martín, después de que éstas hayan visto su fin todo ha experimentado una cierta decadencia, ante la que parece intención de volver a recurrir a personajes que considero ya en proceso de caducidad. Lo que en mi opinión es un error de cálculo, aunque sorprendentemente esto no influya en los índices de audiencia (cosa de la que, por supuesto, me alegro), aunque sí parece haber socavado el ánimo de l@s espectadores fieles a la serie, algo fácilmente reconocible en las redes sociales.
Sin embargo creo que ahora los responsables de la serie vuelven a tener entre sus manos dos buenas posibilidades de que la serie recupere algo de su antiguo esplendor: las parejas de Lucas y Sol, y la de Candela y Severo. No incluyo a Bosco porque en mi opinión es un personaje que difícilmente tiene posibilidades de salida en el futuro, ya que más bien parecen empeñados en convertirlo en un adosado de otros y sin darle una trama acorde que le permita desarrollar su propia personalidad.
No volveré a insistir en el tema del porque creo que sucede esto último y en el error que a mi entender ello supone, pero sí creo que debo hacerlo en el caso de las otras dos parejas que llevan mayor protagonismo. Sin, por supuesto, hacer de menos a las otras como Mariana y Nicolás, o Gracia e Hipólito, o Prado y Matías, o incluso a Emilia y Alfonso, aunque éstos ahora anden en horas bajas. Porque estoy de acuerdo que relaciones edulcoradas, sin ningún bache, tampoco tendrían mucho interés, y que la misma realidad se empeña en dejar claro que no todo es un camino de rosas, algo a lo que la serie no tiene por qué ser ajena. Pero creo que tampoco estaría mal que esto se dosificara, y que siempre hubiera algo a lo que agarrarse para no tener que estar continuamente en la zozobra.
Traducido: me gustaría ver más amor y menos odio. Por descontado hay que situarse en el contexto de 1922 y hacerse a la idea del poder de los terratenientes, lo que implica aceptar que Francisca pueda hacer y deshacer a su antojo casi siempre. Igual que Severo (aunque con diferente talante, todo hay que decirlo). Y aquí he introducido el elemento discordante al que me refería anteriormente como en proceso de caducidad: la doña. Admito que hasta el momento había pasado bastante de ella y de sus desmanes, pero ahora me cansa, me irrita, me aburre, me fastidia sobremanera ver como vuelve a tener el mismo papel de siempre ¿En serio no es posible que haya algo más que pueda hacerse con este personaje? Y además hago esta pregunta con un cierto conocimiento de causa, al haber leído los avances de la semana que viene, en los que al parecer se vuelven a producir situaciones de abuso de confianza y de manipulación llevada al extremo y en todos los frentes. Pero lo que es aún peor, volviendo a trasladar de alguna manera la sensación de impunidad asociada al poder y al dinero, además de una capacidad casi sobrenatural de maquinar continuamente maldades, que es lo que caracteriza a este personaje. 

16 de noviembre de 2015

Cayendo en la trampa

Es difícil entrar en el tema de Bosco sin acabar concurriendo en los mismos calificativos que se suelen emplear en la mayor parte de los sitios para referirse a este personaje. Y para mi es evidente que esto no va a mejorar con la que parece va a ser la propuesta para él en las próximas semanas.
La verdad es que me cuesta meterme en su piel y tratar de entender la deriva a la que pretenden llevarlo. Eso sí, reafirmandome en mi convicción que el motivo de que le vuelvan a acercar a Francisca no es solo para darle los minutos de pantalla que corresponden a un protagonista, sino para poder darle visibilidad a la doña, que sin este recurso difícilmente tiene nada más que aportar a las tramas. Pero, siempre en mi opinión, si los responsables de la serie siguen con el camino emprendido, no veo nada fácil que vayan a conseguir despertar ningún interés por esta trama concreta, con escenas calcadas día sí, día también. En realidad, y por lo que ya se ha visto, se vuelve a más de lo mismo: pueden cambiar los perceptores de las maquinaciones de la doña, sin embargo el resultado y la manera de llevarlo a cabo no cambia. Y ahora hablo por mí, aunque ya lo he dicho en otras ocasiones: aun entendiendo que ha de haber un contrapunto y que la vida no es un camino de rosas, volver a ver a Francisca destrozando vidas a su antojo y sin que nadie la tosa, ha acabado por hartarme del todo de este personaje.
Pero volviendo al principio.
Insistir en la idea de que Bosco es un personaje que ya nació con mal pie, solo es remarcar una obviedad. Como lo es que el posterior desarrollo de su trama no mejoró esta apreciación, ni siquiera creo que vaya a conseguirlo ahora, porque con él parece que salen de Málaga para meterse en Malagón. No fue creíble su nacimiento, ni la velocidad de crucero que imprimieron para convertirle en alguien acorde con la posición de su familia, ni la relación igual de precipitada con Inés que se saldó con lo que considero un estrepitoso fracaso, ni que pretendan que unos días sea alguien que hay que entender porque es supuestamente joven y manipulable, mientras que en otras ocasiones es lo suficientemente mayor para temas que requieren una experiencia que él no ha podido adquirir precisamente por su supuesta edad. Sin entrar en el tema de dos matrimonios y un hijo, bastante antes de cumplir los veinte años……
Pero ahora parece que además va a tener que hacer acopio del don de la ubicuidad y estar en todas partes.
Entiendo que hacer marchar a Bosco de La Casona en su momento pudo ser considerado necesario para las tramas, y que ahora se ven en la disyuntiva de encontrar una manera lo suficientemente creíble para que vuelva a tener un nexo de unión con esta casa, aparte del familiar. Sin embargo sacarlo del Jaral creo que sería demasiado arriesgado y poco entendible, teniendo en cuenta que es la casa de su familia y él es el principal, y en este momento, único responsable.
Pero tomando pulpo como animal de compañía y  aceptando que Bosco ha sido capaz en poco tiempo no sólo de culturizarse, sino también de tomar las riendas de una finca con destreza y sabiendo de cultivos y administración como el que más, además de otorgarle una capacidad de trabajo superior a la media, quizás no habría de ser muy sorprendente que sucediera algo que ahora mismo puede antojarse impensable. Porque su personalidad no ha evolucionado al mismo ritmo y sigue sin tener criterio propio cuando se trata de su abuela. De hecho sigue a años luz de sus hermanos, ambos con una personalidad marcada, lúcida y crítica, como corresponde a unos padres como Tristán y Pepa. Y además Francisca debe tener alguna especie de atracción fatal, que hace que los más vulnerables caigan bajo su influjo.
Bosco no es ciego y ve (e incluso ha sido cómplice) de los desmanes de ésta, pero como con él se porta bien parece que prefiere mirar hacia otro lado, además de tener siempre en mente un agradecimiento que le nubla los sentidos y le impide ver la realidad.  De hecho si alguna vez le ha hecho a su abuela un reproche por algo, nunca llega demasiado lejos. Y lo que es claro es que Francisca se aprovecha de ello para llevarlo a su terreno, sin tener ningún escrúpulo en manipularlo, aunque suponga alejarlo de su entorno y que pierda cosas importantes por el camino.
Pero especialmente impidiendo que este personaje tenga su propia historia. 

13 de noviembre de 2015

La tradición

Por supuesto todas las opiniones son respetables, pero ya hace tiempo que llegué a la conclusión que vivir apegado a la tradición a veces puede ser un error.
Afortunadamente a lo largo de toda la historia de la humanidad ha habido personas sabias e importantes que han pensado esto mismo, pues de otra manera aún estaríamos anclados en la prehistoria. Creo que todo, absolutamente todo, puede ser susceptible de experimentar cambios y transformaciones, incluidas tradiciones decimonónicas que en los tiempos actuales ya no tienen razón de ser, o al menos no de la misma manera. Por lo que tratar de imponer determinadas normas de conducta o de manera de obrar, o seguir empeñados en llevar a cabo celebraciones y festejos que a pesar de formar parte de que lo que se puede pretender como cultura popular pero a los que ya no se los ve de la misma forma que la que fueron creados, puede ser incurrir en un sinsentido.
¿Cuant@s de nosotr@s no hemos oído más de una ocasión la frase “es que siempre ha sido así” o “porque es la tradición”? Admito que esto me subleva porque, como he dicho anteriormente, creo que también lo que llaman así ha de evolucionar. Y que el hecho de que sea algo que viene del pasado, no implica necesariamente que sea sinónimo ni de acertado, ni de bueno, ni por descontado es incuestionable.
Evidentemente hay que diferenciar algunas cosas, y lo que no pretendo es criticar otras culturas o fiestas arraigadas que ya forman parte de la idiosincrasia de cada pueblo, aunque en ocasiones no comparta ni su sentido, ni su continuidad. Más bien mi intención es incidir en lo que afecta a la intimidad de las personas, sus creencias, su modo de entender el mundo y el sentido de la vida.
Antes de continuar, he de puntualizar que todo lo anterior solo está basado en lo que se da en los países supuestamente más avanzados (aunque a veces en éstos sucedan cosas que lo hacen dudar). En el tercer mundo, incluso en el segundo, este es un tema con connotaciones muy diferentes, en el que los ritos y tradiciones forman parte, no sólo del sentir popular, sino incluso de la normalidad cotidiana. Algo que por lo demás ni puede ser, ni pretendo que sea una justificación, aunque es claro que las posibilidades de cambiarlo sean más remotas. Y ello a pesar de que en muchos casos suponga la desgracia para los colectivos más vulnerables (las mujeres en primer término), y que daría lugar a la confección de una lista interminable de lo que directamente considero abominaciones.
Y ahora vamos al meollo de lo que quería comentar realmente, aunque me haya ido por los cerros de Úbeda: los partos en la propia casa.
La lógica me dice que en 1922 era algo corriente. Lo que tengo claro es que no todo el mundo tenía la posibilidad de desplazarse a una hospital, y que la mayor parte de los bebés nacían en casa porque no había más remedio. Eso sí, con la ayuda de un médico o una matrona (que podía tener o no conocimientos profesionales). Algo que por cierto, ahora vuelve a  hacerse, aunque no se pueden comparar los medios de aquel tiempo y los de ahora.
Así que la afirmación de Rosario, y su cerrazón para que el bebé de Mariana nazca en PV, se puede considerar fruto de algo habitual por necesario, porque no había otra cosa. Y por lo tanto hablar de tradición es incorrecto.
Aunque yo sigo diciendo que en el caso que lo fuera, ello tampoco habría de condicionar nada cuando interviene la voluntad de la propia persona y no la de la sociedad. 

¿Acercamiento o impasse?

Se dice que el verdadero amor nunca muere, aunque esta sea una afirmación que considero cuando menos cuestionable (a menos que uno/a sea una romántica empedernida). De hecho considero que el amor también se puede acabar, como todo en la vida. Asimismo se dice que una situación límite puede volver a hacer volver a aflorar unos sentimientos que permanecían en stand by, y que podían haber quedado ahí para siempre de no darse unas determinadas circunstancias.
Esto último si lo creo posible, y vendría a ser lo que le sucede ahora a Emilia, que cuando ha visto que podía perder a Alfonso, se ha dado cuenta que no podía asumir alejarse de él. Pero creo que en esta situación se conjugan otros sentimientos y es que ni el odio, ni el rencor han hecho mella en ella, solamente la decepción, el desengaño e incluso la duda de si ha tenido parte de culpa en la situación.
Así que puedo entender que, en un momento crítico, Emilia solo piense en el bienestar de Alfonso y no en lo que ha sucedido entre ellos. Porque una cosa es que éste le haya ocasionado mucho dolor con su infidelidad, y otra es perderlo para siempre. Esto último es algo muy difícil de asumir, a pesar de que no hace mucho incluso se había planteado el pedirle que se fuera.
Sin embargo no creo que esta situación vaya a suponer borrón y cuenta nueva. Al menos considero que no tendría que ser así para un personaje como el de Emilia, con una personalidad fuerte e independiente. Evidentemente la intención de esta trama es reivindicar la figura de Alfonso, que interponiéndose entre una bala y su mujer, e impidiendo que ésta resultara herida, ha llevado a cabo un enorme acto de generosidad. Y, aunque sea adelantarme a los acontecimientos, veo muy posible que después de los cuidados y el mimo de su esposa el hombre acabe confundiendo los sentimientos, haciéndose una idea (creo que equivocada) de que ésta ha dejado atrás el error cometido por él. Pero esto es algo que creo no va a suceder, aunque también cabe la posibilidad de que las cosas hayan cambiado y ahora sea más fácil encontrar un punto de equilibrio que permita reconducir su relación. 
Pero jamás podrá volver a ser lo mismo. Quizás Emilia perdone, pero olvidar ya es otra cosa. Es cierto que el tiempo puede llegar a curar las heridas, pero siempre quedará la cicatriz para recordarlo. 

10 de noviembre de 2015

Tres hombres y una mujer

Rectifico.
En otro post, y no hace mucho, escribía que tres hombres, Mauricio, Raimundo y Bosco, dependían exclusivamente del personaje de Francisca para desarrollar su trama.
Pero después de leer en otro blog un comentario sobre esto mismo, en el que aportaba una visión diferente, no puedo más que estar de acuerdo con lo que allí se planteaba. No es Francisca el eje principal de este cuarteto, sino Bosco. De ahí el acercamiento de éste a su abuela, porque sin él no hay trama para los demás. Lo que además dibuja un paisaje de lo más desalentador para este personaje, que con su valoración actual poco puede tirar del carro.
Es cierto que Mauricio no cuelga directamente de Bosco, pero nadie duda de su total dependencia de Francisca, ya que además sin ella su personaje ni siquiera tendría sentido. Es el perro fiel y todo su mundo gira alrededor de su ama, por lo que poco puede aportar a las tramas más que una visión con un solo matiz: la falta de conciencia cuando se trata de ejecutar ciegamente las órdenes de ésta. Y por descontado no creo que un hipotético romance con Fe le pueda hacer cambiar, porque alguien así no muda de manera de obrar cuando la fidelidad siempre le mantendrá entre dos mundos. Mauricio no cuestiona (y si lo hace siempre es de manera tibia y sin llegar a negarse), no se para ante las consecuencias de sus actos (aunque sean llevados al límite), no tiene remordimientos,…… y vive única y exclusivamente para servir a Francisca, aunque ésta lo humille y lo trate a patadas en múltiples ocasiones.
En el caso de Raimundo el tema es otro, porque aun estando en este momento lejos de Francisca, su nexo sigue muy presente, aunque ahora sea para lanzarse dardos envenenados el uno al otro. Y lo cierto es que ésta, insistiendo una y otra vez que está intentando dejar atrás todo lo relacionado con el hombre, siempre acaba teniéndolo en mente.
Y queda el tercero: Bosco.
Cada vez veo más claro que sin éste, el papel de Francisca sería casi irrelevante. Siempre ha habido un hilo conductor entre ella y alguien de fuera de La Casona. Sí, es cierto, existe Severo que le da vida (aunque sea para vengarse), pero limitar el papel de la doña a rumiar y llevar a cabo sus múltiples venganzas no creo que provoque demasiado entusiasmo a la audiencia. De hecho creo que la mayoría de espectador@s, entre los que me incluyo, estamos más que hart@s de ver esta situación. Por ello pienso que están propiciando el acercamiento de Francisca con Bosco, para que ésta tenga algo más que hacer y, como es su natural, acabe entrometiéndose en la vida de su nieto, con lo que se abre otra línea de actuación. El problema es para el personaje de Bosco, que en lógica tendría que tener su propia trama, pero con esta situación vuelve casi al punto de partida, perdiendo la poca relevancia que podría haber atesorado. Vuelve a ser un títere en manos de Francisca, un personaje sin ambiciones ni proyectos, que se limita a ver pasar los días sin mostrar ninguna iniciativa.  

8 de noviembre de 2015

No siempre es posible mantener un engaño

Sol, segunda parte.
Alguien pedía que se aplicara el mismo rasero a Sol que a Francisca. Y, por supuesto, ninguna de las dos tiene justificación a su proceder, al menos hasta que nos den una razón lo suficientemente convincente para entender cuál ha sido el motivo que ha llevado a ambas a ponerse en la situación en la que se encuentran inmersas actualmente.
Bueno, en realidad el de Francisca ya la sabemos porque ella misma lo ha dicho, y son las razones económicas las que la han llevado a anteponer los intereses al supuesto amor que decía profesar a Raimundo. Por lo que puedo entender a éste que se sienta humillado, primero por haber sido engañado y después por descubrir que no está en el primer lugar de las prioridades de Francisca. Dos cosas difíciles de aceptar, y mucho menos de perdonar. Ni siquiera cuando ésta ha pretendido enmendar el desaguisado, aun habiendo quedado muy claro que el dinero y el poder son lo más importante para ella, por delante de los sentimientos de los demás.
También Sol ha mentido. Al hombre al que ama, al hermano que la idolatra, a amigos y amigas,… a todo el mundo. Y ahora se hace evidente su temor a que el pasado volviera a atormentarla, porque en su caso no solo es algo que ha existido y queda marcado como tinta indeleble, sino que es una cosa mucho más tangible y que condiciona su futuro. Ahora sabemos que no es libre para rehacer su vida, y que su intento de ignorar su pasado es imposible. Porque no se puede construir una nueva vida sin cerrar la anterior, ni buscar una segunda oportunidad sin tener la certeza de que nada se interpone en el camino.  De ahí que es cuando menos paradójico, y sobretodo censurable, que haya mantenido en secreto su situación legal, un tema que tarde o temprano habría salido a la luz. Una situación  que tendría que haber compartido con su hermano desde el principio, aunque es evidente que habría hecho que algunas cosas tomaran un rumbo muy diferente; sin embargo ha seguido la pantomima, permitiendo que Lucas se forjara esperanzas e incomprensiblemente haciéndoselas ella misma. Si, probablemente desea con todas sus fuerzas agarrarse a la nueva vida que ahora se le ha abierto ante sus ojos, pero ha cometido un enorme error de cálculo al dejar que la idea de que ignorándolo podía hacer desaparecer todo lo que la ata a su pasado para así evitarse sufrimientos.
Pero no será así. Porque ahora le tocará volver a padecer, y con ella todos los que la rodean. Empezando por Lucas, el principal damnificado, que tendrá que pasar por el trance de ver cómo ha sido traicionado por la mujer a la que ama. 

7 de noviembre de 2015

Vuelve el pasado

Creo que hoy. cuando miles de personas han salido a la calle para reivindicar el fin de una lacra como es la violencia de género, viene bien sacar a colación el tema de Sol y su pasado.
Y me gustaría romper una lanza por ella, ahora que está en el punto de mira.
Acabo de leer un comentario, del que dejo el link  http://nuevarevolucion.es/todas-somos-putas-ayer-le-dieron-una-paliza-a-una/, que me sirve para dar entrada a esta reflexión. Si, todas somos putas, porque ésta es una sociedad en la que el hombre sigue llevando la voz cantante y la mujer teniendo un rol de inferioridad. Y si, todas somos putas, ya que hay cosas que siguen siendo vistas de diferente manera si son llevadas a término por un hombre o una mujer, porque esta sigue siendo una sociedad patriarcal y, aunque se ha avanzado, siguen existiendo unos roles difíciles de erradicar. ¿Porque si un hombre frecuenta muchas mujeres es tolerado e incluso tachado de macho, pero si sucede a la inversa la mujer es invariablemente una puta? Por descontado este término dicho con todas las connotaciones negativas posibles.
Si, Sol ha sido una de ellas, una mujer que además ha vendido su cuerpo para vivir. Pero solo esto. Porque estaba viva pero no existía, porque su cuerpo no le pertenecía, su libertad no existía, igual que su futuro, todo lo que en conjunto constituye violencia. Porque la prostitución también puede ser una manera de violencia, que además degrada a la mujer y la convierte en un mero instrumento de placer.
Así que desprenderse de ello para empezar de nuevo es una especie de liberación, y creo que Sol, y todas las mujeres que han pasado por esta situación, tienen todo el derecho a intentar rehacer su vida sin que nadie siga apuntándolas con el dedo. Al fin y al cabo son personas con todos sus defectos y virtudes como todo el mundo, y su manera de ganarse la vida no las hace ni mejores ni peores. 
Esto es lo que parece ha entendido por ejemplo Lucas, pero no algunas personas que escriben en las redes sociales, de las que por supuesto respeto su opinión, pero no comparto en absoluto. Estas personas consideran que Sol, por llevar el estigma de su antiguo oficio, tiene una tara insalvable.
Pero Sol no ha mentido a este respecto, solo es algo que quiere dejar atrás. El problema es que ahora sabemos que hay algo más, que existe un lastre. Y que hay más cosas de las que quiere alejarse, pero que ello no es posible.

4 de noviembre de 2015

Atesorar la felicidad

La felicidad es un estadio que en PV suele ser efímero. Y no importa que ello ocurra por el mismo discurrir de la existencia, o por agentes o factores ajenos, porque el resultado siempre acaba siendo el mismo. Ver penar a los que la vida ya ha maltratado lo suficiente, y que sigue empeñada en hacerlo.
Así que cuando se dan momentos de felicidad, es importante atesorarlos, porque indefectiblemente acaban teniendo una contrapartida dolorosa en un futuro.
Ahora estamos en un impasse y puede que la balanza esté equilibrada. Se han roto unas parejas antiguas y han surgido de nuevas, con aires renovados y que traen consigo un hilo de esperanza para recuperar el tono perdido de la serie, el halo de romanticismo del que adolece ahora mismo. Y lo que es aún mejor, al mismo tiempo han sacado del ostracismo a un personaje que parecía perdido entre las cuatro paredes del Jaral: Candela.
Aun recuerdo su llegada a la serie y la controversia que generó en un sector concreto, pues llegaba para ser la sustituta de un personaje emblemático: Pepa. Y recuerdo los virulentos ataques que sufrió, llegando incluso a afectar a la misma actriz. Afortunadamente todo quedó atrás y Candela se ha forjado un lugar indiscutible en la serie y en la estima de l@s seguidor@s. Igual que en el corazón de Severo.
Y admito que los dos se lo han hecho en el mío. Me parecen una pareja preciosa, con una relación serena y reposada, madura y al mismo tiempo que respiran un cierto aire de adolescencia, con la pasión justa pero con una ternura infinita, con una química incuestionable…. Dos personas que han aprendido a conocerse bien y a valorar sus virtudes y defectos. Y dos personas que a pesar de sus respectivas y duras existencias pasadas, han sabido renacer con el amor, y se aferran a éste en pro de alcanzar juntos una felicidad para la que ambos seguro que van a luchar con uñas y dientes, aun cuando previsiblemente y, en primer lugar, vaya a ser Francisca quien intente interponerse o impedirlo. 

1 de noviembre de 2015

Los otros

Dicen que a fuerza de repetir una cosa, ésta puede llegar a convertirse en una verdad absoluta e incuestionable.
Y así creo que puede llegar a suceder al menos con dos afirmaciones que se dan con una cierta frecuencia en ESDPV: que el personaje de Francisca es imprescindible en la serie, y que María Bouzas es la mejor actriz de la misma, casi a la altura de un mito. En mi opinión, y a riesgo de meterme en un cenagal, creo que no es ni una cosa ni la otra.
Pero antes de que se me malinterprete, he de decir al respecto de lo segundo que no cuestiono la profesionalidad de María, pero si considero que en ESDPV hay otros actores y actrices que están a su misma altura, pero de los que no se habla con la misma consideración. Claro que no es sorprendente habida cuenta que ésta es una de las protagonistas principales, lo que le da mayor visibilidad. Sin embargo creo firmemente que sin tener tantas posibilidades de lucirse, hay otros y otras que están demostrando también su gran valía. Actores y actrices de los que se habla poco, o muy de tarde en tarde por situaciones concretas. Ciñéndome al género femenino está, por citar a alguna, Maribel Ripoll, una actriz que ha demostrado que puede tener muchos registros y que defiende con gran profesionalidad un personaje con variedad de matices, que un día puede ser odiosa y al siguiente incluso despertar ternura. Pero ésta es sólo un ejemplo, porque hay otras que considero merecen igual relieve: Sandra Cervera, Aida de la Cruz, Carmen Canivell, Adriana Torrebejano, Carlota Baró,…..
El otro tema es la prescindibilidad o no. A pesar de lo que puedan decir, me reafirmo en mi convicción de que este personaje no tiene porque ser imprescindible, y estoy segura que, en caso de desaparecer, los guionistas sabrán encontrar la manera de cubrir el vacío. Otros personajes importantes se han ido y la serie continúa igual de viva. Pero es que además, y a pesar de que haya quien afirma lo contrario, Francisca no ha sido nunca la protagonista, si no un personaje que viene a tener como único objetivo ser el elemento perturbador para otras tramas. Tristán y  Pepa fueron los auténticos protagonistas de la primera parte y sin ellos la serie no hubiera tenido sentido, igual que Martín y María lo fueron después del salto temporal. Otra cosa es quién se puede considerar ahora para este papel relevante, pero por descontado no pienso que sean Francisca y su limitado entorno. De hecho creo que las que tienen todos los números para ello son las parejas de Lucas y Sol, y la de Candela y Severo. Incluso puede que en un futuro la de Bosco y Berta. Francisca sólo es de prever que sea la que venga a estropear cualquier atisbo de felicidad que se pueda dar para los anteriores.
Algo que, en mi opinión, además ha llegado a ser tan cansino y previsible que ya ni siquiera merece perder demasiado tiempo con ello, salvo para ponerlo a caldo. Creo que no se puede vivir de rentas en una serie, que hay que buscar temas que signifiquen una novedad y que atraigan al espectador/a, y la actitud de Francisca viene a  ser de todo menos nueva. En realidad, y ahora hablo por mí, cada vez me fastidia más verla hacer lo único que sabe y para lo que parece predestinada: hacer la vida imposible a los demás.
Evidentemente si fuera todo edulcorado y sin sobresaltos, sería muy aburrido. Hay que meter tensión para mantener la expectativa, pero creo que much@s convendrán conmigo que lo de Francisca ya está muy visto, que más que interés provoca todo lo contrario. En resumen, este tipo de tramas están más que gastadas como para esperar el desenlace, que como he dicho anteriormente, ni siquiera es necesario conjeturar porque es de lo más previsible.
Pero mucho me temo, a tenor de los avances, que vamos a tener otra vez la dosis de mala baba correspondiente, en forma de patéticas maldiciones, engaños y manipulaciones, tergiversaciones venganzas,…Y a la larga, actos más cruentos que es la especialidad de la casa. 

30 de octubre de 2015

La viuda negra

¿Para qué callarlo? Admito que me fastidia enormemente ver a Francisca otra vez haciendo lo único que sabe: malmeter y conspirar para hacer daño. También manipular a cualquier incauto que le dé aunque sea un mínimo de credibilidad, y por supuesto me refiero a Bosco en primer lugar. Porque mucho me temo que la idea es que éste acabe volviendo al redil de La Casona, al menos hasta que descubra lo que Francisca hizo con Inés. Ya que si bien la lógica dice que Bosco ha de vivir en su propia casa, el Jaral, y que ha de ocuparse de sus tierras y de su familia, la realidad es que el personaje es un chico débil de carácter en cuanto se refiere a su abuela, por la que probablemente siente cariño, pero a la que da la impresión que se acerca más por considerar que está en deuda con ella que por los lazos de sangre.
Evidentemente con Bosco lo más difícil es recordar que se trata de un chico muy joven, ya que el principal hándicap es su aspecto, que es obvio decir que es el de la edad real del actor. Por supuesto no voy a meterme con la profesionalidad de Francisco Ortiz y además tiene el derecho inalienable de toda persona a disfrutar de un trabajo renumerado, pero creo (como casi todo el mundo) que se equivocaron en el cásting y tenían que haber elegido a un chico que diera más el pego por la edad. Así es complicado razonar que sus supuestos pocos años hacen que sea más vulnerable a los engaños, que el hecho de haber vivido apartado de la civilización le ha impedido conocer en profundidad el alma de las personas y ver en ellas la maldad. De todas maneras también es factible pensar que el haber vivido tanto tiempo al lado de las buenas mujeres del Jaral, y en los últimos tiempos haber cultivado la amistad de Lucas, Severo y Carmelo, han ayudado a compensar lo que podría haberle imbuido Francisca cuando lo recogió y durante el tiempo que estuvo bajo su influencia. Tiempo que por poco no hace de él un villano como su abuela.
Pero volviendo a Francisca.
Parece que la cura de humildad ha obrado el efecto contrario al que se pretendía. Porque en realidad lo que ha hecho ha sido retroalimentar a la bestia (con perdón de éstas) y hacer que Francisca aún haya acentuado su lado más oscuro. Ahora ya no se trata sólo de soberbia, altanería y orgullo, sino que también su venganza se ha universalizado. Lo hemos visto en La Casona, donde trata como una negrera a sus sirvientas, donde la consideración a Mauricio ha desaparecido como por ensalmo, olvidando la fidelidad ciega de éste y lo que ha hecho por ella, y también lo hemos visto en sus decisiones arbitrarias contra el pueblo (aunque me pregunto hasta dónde llega su poder, y si puede hacer y deshacer a voluntad sin que nadie pueda toserle. De hecho lo dudo). Pero es evidente que lo peor está aún por llegar, y esto me produce cansancio solo de pensarlo.
Para algun@s la soledad es mala compañía y lo peor es que da mucho tiempo para pensar, lo que en Francisca supone un peligro añadido. Berta por un lado, Candela y Severo por otro,….son algunos de los que seguramente tienen todos los números para situarse ahora en su punto de mira. Pero también existe el engaño a Bosco sobre los verdaderos motivos del abandono de Raimundo, y la facilidad con que se ha consolado por esta situación y que demuestra a las claras que el amor que dice sentir por el hombre es algo que viene y va como la marea, dependiendo, no de los sentimientos, sino básicamente de otros factores que nada tienen que ver con ello. 

29 de octubre de 2015

Una lanza por la serie

Supongo que es un error meterse en embolados que no me incumben directamente, pero aún así voy a hacerlo porque me apetece dar mi opinión al respecto de una polémica surgida recientemente acerca de la deriva actual de la serie, y que afecta directamente a los guionistas, aunque también a algunos actores.
Es cierto que en mi blog nunca he eludido las críticas a determinadas tramas, situaciones o personajes, cuando he creído que debía hacerlo. Incluso es posible que en alguna ocasión haya ido demasiado lejos, aunque después haya tenido que rectificar (que, por supuesto, no me importa, ni me cae ningún anillo por hacerlo) Así como también admito que en más de una ocasión he expresado mi desacuerdo con los guionistas, aunque siempre desde mi punto de vista personal, que es evidente que está condicionado por mis simpatías hacia determinadas partes de la serie y que no tiene por qué coincidir con todo el mundo. Pero creo que siempre ha sido desde el respeto, o al menos he hecho todo lo posible para que sea así.
Lo que no he hecho nunca es escribir para adular a nadie, ni para obtener el agradecimiento de nadie. No es el objeto de este blog, ni lo ha sido jamás. De hecho ni siquiera me lo he planteado, y soy absolutamente sincera cuando lo digo. Solo se trata de un espacio de opinión y, como tal, de un lugar para poner en palabras lo que te sugiere en determinado momento una situación o una trama concreta, que evidentemente estará sujeta a la manera de pensar y sentir propias. Y lo que tengo claro es que en el otro lado están personas con sus propias maneras de entender las cosas y con su libertad de hacerlo, algo que nadie puede cuestionar y que es necesario respetar, lo mismo que yo acepto las críticas aunque no esté de acuerdo. Como también están los que seguro que intentan hacer su trabajo lo mejor que saben, pero que como todo el mundo también pueden equivocarse.
Por ello no deja de sorprenderme la manera con que algunos se toman las cosas. Aunque admito que yo también alguna vez me he liado la manta a la cabeza y he sucumbido a mis impulsos, pero inmediatamente después he tenido que arrepentirme. Así que cada vez más procuro reprimirme, eso sí sin perder la capacidad crítica, e intento ampliar al mismo tiempo mis miras (otra cosa es que lo consiga siempre)  
Porque no hay que perder la perspectiva de que PV se trata de un producto de ficción, y lo que no hay que hacer nunca es poner en el mismo saco a personajes y actores. Y mucho menos opinar sobre la vida personal de estos últimos, algo que sólo les pertenece a ellos. Es cierto que todos ellos se deben en cierta manera a su público, pero sólo en el escenario o en los platós, fuera de allí se ha de respetar su intimidad y no están obligados a nada más que lo que les dicte su natural manera de ser. Y por lo que respecta a su trabajo, nadie puede reprocharles que hagan el papel que les dicta el guión (otra cosa es que lo hagan con más o menos fortuna) y que en ocasiones esto les obligue a hacer cosas que producen rechazo o son incoherentes. Pero es su trabajo, y nada tiene que ver con su profesionalidad. 
Por lo que respecta a los guionistas, se puede cuestionar lo que escriben, criticarles si se considera que su trabajo se puede mejorar, pero no establecer como hecho probado que lo hacen por inercia, sin otra motivación que la económica. Puede que haya algo de esto (o no) pero es un tema que no se puede mezclar con el hecho de que el trabajo que hacen no acabe de convencer a algun@s. Quizás haya que valorar también que los guionistas son personas y no son infalibles, ni pueden contentar a todo el mundo. Mucho menos cuando hay tantas líneas de opinión, algunas incluso enfrentadas.
Por cierto, y antes de seguir, creo que habría de repasar lo que he dicho en otros comentarios, donde es posible que haya escrito algo inconveniente, aunque movida por lo que sentía en este momento. Desde aquí pido mis más sinceras disculpas a los guionistas (y no es peloteo), y hago mío aquello de “donde dije digo“, porque admito que en este momento han conseguido que vuelva a estar totalmente enganchada a la serie por las historias de Lucas y Sol, y especialmente Severo y Candela. Bueno, en realidad jamás he dejado de ver PV, con más o menos interés, pero siempre he estado ahí.
Pero lo que tengo por seguro es que si no me gustara la serie no la vería. En realidad ni siquiera me gusta la televisión, y solo veo por internet lo que me interesa. Quizás por eso me cuesta más entender a quien dice que la serie es un bodrio, que no hay por dónde cogerla,…pero insiste en seguir viéndola.